Con una cámara de inspección podemos observar el interior de las máquinas y partes de nuestras de instalaciones. Al hablar de una cámara de inspección, solemos referirnos a un endoscopio o a una cámara termográfica, pero en ambos casos se trata de una herramienta ideal para el mantenimiento. La sonda flexible de los endoscopios o la imagen térmica de posibles averías en máquinas e instalaciones eléctricas que nos muestra una cámara termográfica, nos permiten detectar de forma sencilla zonas problemáticas y, a su vez, tomar las medidas preventivas necesarias. La cámara de inspección puede llevar a cabo todas estas funciones sin tener que desmontar máquinas o partes de la instalación, que resultarían muy costosos sólo por realizar un análisis. Una cámara de inspección articulada ofrece múltiples beneficios. En aplicaciones industriales, a menudo sólo se pueden aprovechar pequeñas cavidades para introducir el cabezal de la cámara de inspección en el interior de máquinas, pero cuando está dentro, puede haber mucho más espacio. En estos casos, la función de articulación cobra gran importancia y las inspecciones de piezas internas se pueden realizar de manera sencilla gracias al uso de un cabezal articulado de 360° de la cámara de inspección. Se ofrecen cámaras de inspección con sondas endoscópicas rígidas, semi-rígidas y flexibles. Entre las sondas flexibles para la cámara de inspección, encontrará sondas articuladas en 2 y 4 ejes, lo que le permitirá que el cabezal de la cámara de inspección se mueva en diferentes direcciones y ángulos de hasta 360°.